sábado, 17 de octubre de 2015

Encuadernación básica

Es inútil intentar describir la importancia de la literatura en mi vida ni podría explicar como es que terminé combinando pasión y profesión en algo que me diera de comer. Una vez conocí a alguien que presumía de poseer la no despreciable cantidad de 206 libros y lejos de maravillarme pensé que nunca había considerado a los libros como objetos en sí y que no había reparado en que necesitaban atenciones. No me importaba meterme a los bazares de viejo y comprar títulos viejísimos sin tapa, con las hojas rotas o amarrados con ligas; contaban historias y para mí eso era lo que importaba.

Hace algunos años tuve la oportunidad de realizar mi servicio social en una de las editoriales más importantes de México. Además de adquirir experiencia y desencantarme del mundo editorial por completo, me hice de un pequeño tambache de libros guillotinados cuyo destino era ¡la basura! Como no podía permitir eso, les hice un nuevo hogar en mi atiborrado y heterogéneo librero.

Fue hasta hace poco que se me metió la idea de aprender a encuadernar para volver a la vida esos libros, renovar su apariencia y tal vez hasta un nuevo hogar. Así que puse manos a la obra:


Existen una infinidad de técnicas de encuadernación y materiales, por lo que me decidí buscar una orientación especializada y después buscar por mi cuenta. Aprendí a hacer pequeñas libretas de viaje para mis amistades que espero entregar durante finales de año.


Es curioso que la encuadernación fuera considerada como un oficio completamente masculino debido al manejo de maquinaria pesada y peligrosa como las guillotinas y prensas. Poco a poco las mujeres se han abierto paso en este campo y ahora existe una gran variedad de productos para cualquier estética.


Durante mi proceso de aprendizaje me sorprendió lo fácil que es manejar las herramientas y técnicas, no se necesita una gran preparación ni ser el que armaba los mejores recuerdos para el día de las madres en la escuela. Sólo necesitas un buen ojo y paciencia.


¡Sobre todo paciencia! Entre que seca esta parte, y luego la otra  para despues prensar...


¡Tadá! No más montoncito de hojas. Mi siguiente paso es aprender serigrafía para poder rotular, seguir practicando y aprender nuevas técnicas :) Si están interesados en aprender a encuadernar, les recomiendo APPA encuadernación.  Qué bonito es ver de nuevo un libro listo para volar a las manos de un nuevo lector.



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